El pasado domingo 21 de marzo fuimos testigos de la ceremonia de entrega de premios de l’Acadèmia del Cinema Català, Premis Gaudí XIII al auditorio del Forum-CCIB. Una edición adaptada a las mediddas de protección contra la Covid-19.
Tres óperas primas fueron las grandes vencedoras de un extenso Palmarés: La vampira de Barcelona, con cinco premios, Las niñas con cuatro y My Mexican Bretzel con tres.
Por otra parte el porcentaje de mujeres premiadas ha superado una año más al de los hombres. Son el caso de Mejor fotografía para Daniela Cajías, mejor sonido para Amanda Villavieja, Alejandra Molina y Fernando Novillo, mejor dirección de producción para Anna Parra y Luis Fernández por la película ADÚ.
Asimismo en el apartado de interpretación la Academia de Cine Catalán ha reconocido el brillante trabajo de Candela Peña en La boda de Rosa, de Icíar Bollaín, crónica de un empoderamiento llevado hasta las últimas consecuencias. Es el segundo Gaudí de Peña, tras el logrado por Una pistola en cada mano (2013). También repite como vencedora Verónica Echegui: Mejor actriz secundaria por su visceral personaje a la trágica La Ofrenda, de Ventura Durall.
Si las actrices repiten premio, los actores coinciden en ganar el primer Gaudí de sus carreras después de una nominación anterior. Y ambos, además, llegan al palmarés con el Goya en el bolsillo. Por un lado, Mario Casas se lleva el galardón a Mejor protagonista masculino por su descenso a los infiernos urbanos de No matarás, de David Victori. Ya había optado al premio hace dos años, con El fotógrafo de Mauthausen. Y Alberto San Juan ha ganado el Gaudí a Mejor actor secundario por Sentimental, de Cesc Gay, después de perderlo por Mientras duermes (2012).